Mucho se ha dicho sobre las supuestas diferencias anatómicas en los cerebros de las mujeres y los varones. En estas divergencias con una pretendida base biologicista se sustentan varios de los estereotipos de género más conocidos:

“Las mujeres son más empáticas y sensibles”

“Los varones son más efectivos en cuestiones de números y negocios”

“Las mujeres pueden hacer varias cosas al mismo tiempo, mientras que los varones tienen que hacer una por vez”

“Las mujeres son mejores cuidadoras y los varones proveedores”

Ahora, ¿cuánto de esto es comprobable científicamente?

La neurocientífica Gina Rippon, autora del libro The Gendered Brain ha rebatido los argumentos de los experimentos que dieron lugar a estas afirmaciones, explicando que los mismos no estaban realizados con el suficiente rigor científico. Luego de estudiar la cuestiónafirma que no hay diferencias en el cerebro humano que puedan explicar los comportamientos, intereses y aptitudes diferenciales entre varones y mujeres.

Entonces… ¿cómo se explican?

Hay dos conceptos que pueden ayudar a entender la cuestión: la socialización y la neuroplasticidad.

Desde antes del nacimiento, las personas ya estamos condicionadas por las expectativas que nuestro entorno pondrá por la clasificación biológica asignada.A las niñas se las halagará haciendo referencias a su dulzura y aspecto físico y aprenderán a cuidar desde las consignas de juego. En el caso de los varones, se hará referencia a sus destrezas físicas y carácter y se criarán entre autos, bloques y pelotas. 

Todo esto no es ajeno al funcionamiento de nuestros cerebros: las neurociencias han descubierto en las últimas décadas que estos órganos son mucho más plausibles a modificarse por nuestros pensamientos y acciones que lo que se pensaba originalmente. En este sentido, la cultura, entorno y mensajes que recibimos van a generar en nosotros/as determinados pensamientos y emociones. Son estos mismos aspectos los que luego a su vez actúan sobre la propia composición del cerebro.

Serían los estereotipos de género culturales los que condicionan a nuestros cerebros y no la biología la determinante de la cultura.

¿Te interesa el tema? Te invitamos a ver la TedTalk de Gina Rippon “A gender world makes a gender brain”: