Por Bridge The Gap
Jessica Bennet, la editora de género del NY Times (sí, el NY Times tiene una editora cuyo rol es ofrecer perspectiva de género al contenido del diario) lanzó recientemente un sitio llamado “Overlooked” (Desapercibidas).
Se trata de un sitio donde se muestran los obituarios que jamás recibieron notables y famosas mujeres, cuyo legado no mereció ningún reconocimiento en el NY Times al momento de su muerte, en un acto de reparación histórica. También cuenta cómo se hablaba de aquellas mujeres famosas siempre en función de un hombre, más allá de su talento, logros o fama, en algunos casos de alcance mundial.
Diane Arbus nunca recibió un obituario al igual que Sylvia Plath. Cuando Frida Kahlo murió en 1953, fue presentada como la “esposa de Diego Rivera” primero y luego como pintora. Susan B. Anthony, quien fue impulsora del derecho al voto de las mujeres fue descripta como “mujer de contextura mediana” pero con una cara firme y agradable. Su físico mereció más palabras que su legado.
Mujeres que no fueron mencionadas: Ida B. Wells, luchadora por el derecho al voto de las mujeres negras (quien sí recibió una página completa cuando se casó), Charlotte Bronte, la emérita autora de “Jane Eyre” o, Emily Warren Roebling, “ingeniera” del Puente de Brooklyn, entre tantas otras. La última de la serie fue Alison Hargreaves, la primera mujer en escalar el Monte Everest sola y sin oxígeno.
La forma en que se habla o no de nosotras, también construye cultura. Conversaciones donde se destaca nuestro físico o posicionamiento social en función de un hombre exitoso, en lugar o antes de nuestros logros (aún en sentido peyorativo) es parte de las conversaciones que debemos cambiar.
En Latinoamerica son muchísimas las mujeres invisibles, empecemos a destacarlas en nuestros espacios, levantar sus voces para mostrar nuevos referentes para las próximos generaciones y seguir construyendo una sociedad más igualitaria.
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