El distanciamiento físico, el teletrabajo, la reducción de la movilidad y los meses bajo condiciones de aislamiento impactaron emocionalmente a los jóvenes y sus familias:
En Argentina, el Observatorio de Psicología Social de la UBA reveló que tras 100 días de aislamiento, el 39% de los argentinos siente que su vida cambió negativamente y ve con desesperanza su futuro.
En Ecuador, el Ministerio de Salud advirtió que 7 de cada 10 personas requerían atención en salud mental producto de la pandemia.
Por su parte, Profamilia, en Colombia, identificó que las mujeres estuvieron mucho más preocupadas durante las cuarentenas: 3 de cada 5 dijeron sentirse nerviosas y cansadas sin motivo.
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